La parálisis facial consiste en la pérdida total o parcial de movimiento voluntario de los músculos de una parte de la cara. Produce alteraciones estéticas, funcionales y psicosociales. Es una patología que afecta en España a 23 de cada 100.000 personas.

¿Cuáles son los principales signos de alarma?

  • Pérdida o disminución de movilidad voluntaria de los músculos faciales. Puede ocurrir en horas o en días
  • Ausencia de expresiones faciales: no poder mover las cejas, cerrar el ojo, sonreír o arrugar la frente
  • Molestias en la zona del cráneo o del cuello
  • Dolor de cabeza
  • Pérdida o disminución del sentido del gusto
  • Ausencia de saliva o babeo

¿Qué tipos de parálisis hay?

Dependiendo de la zona de la cara que se paralice, se presentan dos tipos de parálisis:

  1. Central: Afecta a las fibras que unen la corteza cerebral con el nervio facial. Se manifiesta sobre los nervios que se encuentran en la parte inferior de la cara (boca y mejilla), en el lado contrario a donde está la lesión
  2. Periférica: Se produce cuando la lesión afecta directamente al nervio facial y se manifiesta en todos los músculos de la cara (boca, mejillas, músculos orbiculares..) la más común es la parálisis de bell

Causas que lo provocan

Existen numerosas causas que provocan la parálisis facial:

  • Parálisis de Bell. Como comentábamos anteriormente, es la causa más común de la parálisis facial. Se desconoce su origen y se puede presentar de forma aguda y brusca a cualquier edad. En la mayoría de los casos, esta parálisis es temporal y el paciente alcanza la recuperación completa en unos seis meses como máximo. Existe una pequeña cantidad de casos en los que este problema deja secuelas de por vida.
  • Herpes zóster ótico (es menos frecuente). Se trata de una manifestación infrecuente del herpes zóster que afecta a los ganglios nerviosos encargados de controlar los nervios de la audición y el equilibrio. Por lo tanto, tiene consecuencias, sobre todo, a nivel auditivo.
  • Accidente cerebrovascular
  • Otitis
  • Traumatismos craneales
  • Tumores cerebrales o que presionan o son adyacentes al nervio facial (neurinoma del acústico).
  • Otras enfermedades del organismo que puedan afectar de forma secundaria al nervio facial, como la enfermedad de Lyme o la sarcoidosis

Diagnóstico y tratamiento

El diagnóstico se realiza principalmente mediante un especialista. Puede realizar las siguientes pruebas:

  • Test de Schirmer, para medir la cantidad de lagrimas que producen ambos ojos.
  • Prueba de salivación.
  • Pruebas auditivas.
  • Pruebas para evaluar la afectación del nervio

El tratamiento depende del tipo de parálisis facial que se esté padeciendo:

En el caso de la parálisis facial idiopática el tratamiento inicial generalmente consiste en la administración de antivirales y corticoides.

Si la parálisis es debida a un traumatismo, se puede administrar tratamiento con corticoides. Posteriormente, se puede corregir con cirugía.

Por otro lado, como el párpado no se cierra, es necesaria la protección ocular. Para ello se utilizan gafas de sol, lágrimas artificiales, pomadas epitelizantes y se cierra con un parche durante el sueño, o la colocación de una pesa en el párpado superior