Una nueva investigación de la Universidad de Aarhus en Dinamarca sugiere que criarse en contacto con la naturaleza dificulta el desarrollo de problemas de salud mental en la edad adulta.

Crecen en zonas verdes o cercanas a la naturaleza reduce las posibilidades de sufrir enfermedades mentales. Esta es la conclusión a la que ha llegado un equipo de investigación de la Universidad de Aarhus en Dinamarca. El estudio es el trabajo postdoctoral de la investigadora Kristine Engemann, quien asegura haber encontrado un vínculo entre crecer en un entorno natural y disfrutar de una mejor salud mental en la edad adulta.

Para la investigación se utilizaron datos satelitales entre los años 1985 a 2013 para identificar los espacios verdes en las proximidades de los hogares infantiles de más de 900. 000 daneses. Luego, correlacionaron estos datos con el riesgo de esta población de desarrollar una de cada 16 afecciones de salud mental diferentes durante la etapa adulta.

De esta manera, los investigadores descubrieron que las personas que crecen rodeadas de áreas verdes tienen un riesgo del 55% menor de desarrollar problemas de salud mental como que otras personas alejadas de zonas naturales.

 
 

Estos resultados se mantuvieron incluso después de que el equipo ajustará los resultados a los factores modificadores, como el estado socioeconómico de una persona, su historial familiar de problemas de salud mental y la migración de las zonas rurales a las urbanas.

Engemann señala que los datos del trabajo son únicos. Los investigadores utilizaron una gran cantidad de datos de los registros daneses de, entre otras cosas, la localización residencial y los diagnósticos de enfermedades, y compararlos con imágenes satelitales, revelando la extensión del espacio verde que rodea a cada individuo al crecer.

El estudio también revela que cuanto más tiempo pasaba una persona rodeada de naturaleza durante su infancia, más probable era que experimenten una buena salud mental más adelante en la vida.

Las ciudades deben ajustarse a las necesidades mentales.

Los investigadores argumentan además que sus hallazgos sugieren que las autoridades de municipales deberían prestar más atención a la protección de los espacios verdes existentes y al desarrollo de áreas verdes adicionales.

Las investigaciones anteriores, señalan los expertos, ya han señalado vínculos sorprendentes entre los niveles de contaminación del aire y el ruido en las zonas urbanas y una disminución de la salud mental. Argumentan que los hallazgos actuales proporcionan evidencia adicional de que la naturaleza es un aliado importante en nuestra búsqueda del bienestar psicológico.

Engemann indica que hay cada vez más pruebas de que el entorno natural desempeña un papel más importante para la salud mental de lo que se pensaba anteriormente.

Como los investigadores del estudio enfatizan que las personas de todo el mundo se están moviendo cada vez más de las áreas rurales a las urbanas en busca de mejores oportunidades de vida,

El equipo de Engemann escribe que se debe prestar especial atención a cómo alinear las ciudades con las necesidades psicológicas. Según datos recientes del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas, el 55% de la población mundial vive en áreas edificadas, y es probable que este número aumente al 68% para 2050.