Dejar de fumar es muy beneficioso para la salud, pero también puede llegar a ser difícil. Te explicamos los trucos para olvidar este habito insalubre.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala en su web la serie de beneficios que experimenta el cuerpo de manera inmediata cuando se deja de fumar:

  • Disminución del ritmo cardíaco. Tan solo 20 minutos después del último cigarrillo, el corazón ralentiza su ritmo, lo que hace descender la presión arterial.
  • La cantidad de monóxido de carbono disminuye en el organismo hasta valores normales solo 12 horas después de fumar el último cigarrillo.
  • Aumento de la función pulmonar y de mejora de la circulación sanguínea entre las 2 y 12 semanas sin fumar.
  • Disminución de la dificultad para respirar y de la “tos del fumador” tras 9 meses sin fumar.
  • Disminución del riesgo de accidente cerebrovascular tras 10 años sin fumar.
  • El riesgo de cardiopatía coronaria disminuye tras 15 años sin fumar.

Queda claro que dejar de fumar es un gran beneficio para la salud. Igualmente, está demostrado que para dejar de ser dependiente de la nicotina hay que superar un proceso que puede resultar duro.

 
 

Algunas funciones cognitivas se encuentran alteradas ante la falta de nicotina y algunos ex fumadores recientes pueden sentir síntomas como ansiedad o nerviosismo.

1. Cambiar las rutinas

Es muy importante fijar el día en que se deja de fumar y pensar en que ya no se va a volver a fumar más. Tras eso, es recomendable cambiar la rutina y llevar a cabo nuevas actividades, ya sean de ocio, deportivas… Cambiar la rutina ayuda a eliminar la costumbre de fumar. Lo más adecuado es planear alguna actividad agradable todos los días.

Hay que tener en cuenta que con un solo cigarrillo o con una sola calada se puede volver a caer en este hábito insalubre. Es vital mantenerse activo y pensar en que se quiere dejar de fumar. Con el tiempo, los ex fumadores suelen sentirse cada vez mejor físicamente, lo que les ayuda a continuar sin fumar.

2. El ejercicio puede ser una ayuda

La actividad deportiva libera dopamina, lo que da una sensación de placer y relax. Además, ocupa la mente y evita recaer en el hábito de fumar. El ejercicio también permite al ex fumador comprobar sus mejoras físicas. Si, además, se controla lo que se come, puede ser la forma más positiva de dirigirse a una vida más sana.

cigarrillos

3. Ayuda profesional

Siempre es útil hablar con el médico de cabecera sobre cómo dejar de fumar. Además, existen tratamientos contra la dependencia del tabaco. Estas terapias van desde el simple consejo médico a la farmacoterapia. Existen libros médicos especializados en este tema que el profesional de la salud puede recomendar.

Los tratamientos psicológicos buscan contrarrestar la dependencia del tabaco, que produce fenómenos conductuales, cognitivos y fisiológicos en los ex fumadores recientes.

4. Apoyos en las nuevas tecnologías

Utilizar los avances tecnológicos de hoy en día para lidiar con las ganas de fumar puede ser muy útil. Hay una gran variedad de aplicaciones móviles diseñadas para este fin. Entre estas aplicaciones se encuentra ICoach, que ha sido desarrollada por la Unión Europea como parte de los esfuerzos de la institución contra el uso del tabaco.

La aplicación fue lanzada en 2015 dentro de la campaña “Los exfumadores son imparables” y, desde entonces, ha sido descargada más de 40.000 veces.

La aplicación vale de guía para el ex fumador, quien solo tiene que seguir los pasos que la app le indique. El programa plantea 5 fases para abandonar el tabaco y señala al usuario lo que tiene que hacer. Dejar los cigarrillos en casa al salir o posponer los mejores cigarrillos del día 10 minutos son algunos de los desafíos de la aplicación.